“El género agrupa los aspectos psicológicos, sociales y culturales de la feminidad y la masculinidad y son interiorizados por cada persona”. Así  arrancaban las V Jornadas Mujer y Alcohol, celebradas el pasado sábado 19 de septiembre en Linares y organizadas por la Asociación Libres del Alcohol Cástulo, ALAC. La primera en intervenir fue Rosa Mª Blázquez, psicopedagoga especialista en terapia familiar y de pareja de la Asociación GRUTEAR. Blázquez explicó que cada sociedad da unes roles distintos a hombres y a mujeres, unos roles que se trasmiten a través de la familia y de los medios de comunicación, es decir, hablamos de algo cultural. Y esto es la causa de los comportamientos machistas: “Todo esto nos ha marcado en el tema de las adicciones”, aseguró, aunque añade que la invisibilidad de la mujer adicta ha ido disminuyendo en los últimos 4 o 5 años.

Previamente se había considerado que el patrón de consumo era masculino y se trataba a hombre y mujeres en base a ese patrón. Sin embargo, existen diferencias significativas: El hombre que consume lo hace con una aceptación social, mientras que la mujer lo hace en la clandestinidad y con objetivos distintos a los del hombre. “Se considera  a la mujer alcohólica una ‘borracha’ y una ‘prostituta’”, añade Blázquez. El abuso del alcohol por parte de la mujer está muy relacionado con la no aceptación de una misma.

Las diferencias fisiológicas también se deben tener en cuenta  a la hora del tratamiento de una mujer adicta. La metabolización de las sustancias no va a ser la misma, tampoco el nivel de cloro hidrogenasa ni las fluctuaciones de las hormonas, además a esto hay que añadir la posibilidad de quedar embarazada y de que aparezcan problemas en el feto.

Psicológicamente la mujer con problemas de adicción presenta  baja autoestima, inseguridad, fobias, sentimiento de vergüenza y culpa. Por todas estas diferencias de género, fisiológicas y psicológicas no se puede hablar de similitudes en el proceso terapéutico. Generalmente las mujeres adictas llegan tarde, con negación y vergüenza, solas y presentan un mayor número de abandonos durante el proceso de rehabilitación.

PUBLICIDAD Y MUJER

La segunda mitad de la mañana se dedicó a hablar de cómo la publicidad utiliza el cuerpo femenino como reclamo para vender bebidas alcohólicas. Para ello, Mireia Pascual, periodista de este medio hizo un introductorio repaso a la Ley General de la Publicidad en la que se pretende de forma clara dejar de lado los estereotipos y prejuicios que existen entorno a la mujer. Para que la ley sea efectiva nace el Observatorio de la Mujer con el fin de vigilar la publicidad emitida en los medios de comunicación, ejerciendo de órgano controlador, llegando incluso a poder pedir el cese de emisión si el trato hacia la mujer es vejatorio. Pascual habló también de los roles que socialmente se les atribuye a las mujeres y cómo la publicidad de bebidas alcohólicas potencia que así siga siendo. Para ello la comunicadora puso ejemplos de algunos carteles emitidos en España y otros países del mundo. La publicidad que fomenta esta imagen de la mujer como objeto del deseo y que asocia el consumo de bebidas alcohólicas con el éxito social y sexual así como con la diversión, producen que se potencie en los más jóvenes un control en la pareja (por considerar a las mujeres de su propiedad) cuyo paso posterior será la violencia verbal y finalmente física. La periodista destacó la necesidad de que el control se siga ejerciendo de un modo más estricto desde el Observatorio.

AUTOESTIMA Y SEXUALIDAD

Ana María López Lorente, psicóloga y sexóloga en la asociación ALAC y colaboradora en este medio, dedicó el espacio de la tarde para hablar de autoestima y sexualidad. La rehabilitación es necesaria antes de poder empezar a trabajar la autoestima. Para ello “hay que ir buscando el equilibrio y la estabilidad a través de las actitudes y los pensamientos, que son el motor de nuestra vida”. López destacó que hay muchas personas y en concreto muchas mujeres que no se han dedicado tiempo a pensar en ellas mismas: “hay que hacer una radiografía psicológica de cómo sois”.

Para que la autoestima mejore es importante, entre otras cosas:

• Escucharte
• Dedicarte tiempo
• Cuidar la apariencia física

La inteligencia sexual es la capacidad de interactuar con otra persona en un momento de intimidad y está muy relacionada con la autoestima porque si no se está a gusto con uno mismo, difícilmente se va a poder disfrutar de un encuentro con otra persona.

La expresión de sentimientos es fundamental en la sexualidad y esta no debe ser entendida únicamente como el momento del coito, sino que incluye muchos otros momentos. El contacto con la piel, el órgano más grande del ser humano, es fundamental en la sexualidad. La sexóloga destacó que “hay que aprender a amar y a expresarlo y que el momento íntimo no debe ser un ‘aquí te pillo aquí te mato’”. López habló del autoconocimiento previo, a través de la masturbación, para poder conocerse mejor a uno mismo o misma y poder disfrutar más tarde en pareja de lo que nos gusta. “Solo así, tocando, podremos conocer las zonas erógenas”. La profesional hizo también una mención especial a las fantasías eróticas: “Tener una fantasía con el vecino del quinto no significa que no quieras a tu pareja o que le estés engañando, las fantasías son placenteras y excitantes y son muy importantes en la pareja. Si se comentan, algunas de ellas incluso se podrán hacer realidad”.

López habló de los muchos prejuicios que engloban tanto la masturbación como el sexo oral, sobre todo de forma muy especial en mujeres de mediana edad y animó a que se rompan las barreras culturales y se experimente.

Las V Jornadas de Mujer y Adicciones concluyó con una mesa de testimonios y la entrega de diplomas.