El mes de septiembre es el mes de las recuperaciones y creo que seguimos suspensos respecto a la escasa concienciación que existe sobre las consecuencias negativas del consumo desmesurado de alcohol que realizan los jóvenes en los parques públicos de nuestra ciudad.
Un año más, hemos podido comprobar cómo durante los días de feria, se han concentrado en los Jardines de Doña Luci, dejando la peor de las postales que uno puede ver en una ciudad: el estado en el que estaban estos jardines era deplorable, un olor nauseabundo a alcohol, envases de cristal de bebidas alcohólicas acompañados con sus correspondientes botellas de plástico con refrescos gaseosos para hacer los combinados mortales, sin faltar en el lugar miles de bolsas de plástico esparcidas alrededor decorando la estampa.
Por la mañana, paradojas de la vida, hemos podido ver a los operarios de la limpieza haciendo su trabajo y lo más curioso de todo es que compartían su tarea con chicos y chicas que a esas horas, aún continuaban la fiesta.
Creo que seguimos suspensos en civismo, ¿cuánto cuesta limpiar estos jardines y sus aledaños?. Pero más triste es saber que esta imagen ser repite todos los fines de semana en el botellódromo oficial.
Pero la limpieza del botellón, es sólo una anécdota.
Seguimos suspensos en el poco valor que le damos a la vida sin ser conscientes de que podemos perderla en cualquier momento. Me explico. Parece que no se le da importancia a la salud, porque se desconocen los riesgos que el consumo de alcohol desmesurado y abusivo tiene sobre el organismo y si hablamos de jóvenes menores, tampoco se conoce que esta droga deja unas secuelas, a veces, irreparables.
Los padres deberían ejercer más su responsabilidad y vigilar el consumo excesivo de alcohol que realizan sus hijos y sus hijas menores, todo ello, con la única finalidad de prevenir el grave problema de salud pública provocado por la ingesta masiva de una droga socialmente aceptada: el alcohol.
Me alegra saber que en este año se ha aprobado una ley por la cual se prohíbe el botellón hasta en el botellódromo, pero me surge una duda: ¿se cumplirá?. Esto es lo que nos queda por ver. Considero que algún control debería seguir realizándose porque, con conocimiento de causa explico que siguen llegando a nuestra Asociación jóvenes solicitando tratamiento y todos han comenzado su consumo en el botellódromo.
Creo que merece la pena poner en marchar todos los mecanismos de prevención necesarios con el único fin de prevenir las consecuencias devastadoras de la enfermedad del alcoholismo en la población juvenil, ya que nuestros jóvenes son el futuro o ¿es mejor que sigan entretenidos en el botellón y no sean conscientes de todo lo que están perdiendo y de que la vida va pasando?
Es una reflexión triste, pero real…..
No quiero dejar de recordar que el día 9 de septiembre se celebra el Día del Síndrome Alcohólico Fetal. Un día donde se pretende concienciar a las futuras mamás embarazadas para que no consuman ni una gota de alcohol durante la gestación de su bebé porque el beber alcohol durante el embarazo puede ocasionar graves lesiones en la formación de su hijo que, aún, está por nacer.
Luis Miguel Márquez Cayuela
Presidente ALAC
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