FIESTAS FIN DE CURSO Y ALCOHOL

FIESTAS FIN DE CURSO2013

Dentro de unos días llegará el tan ansiado final del curso académico. Se terminan los exámenes, dejando a tras la rutina que supone el ir a clase y las horas destinadas al estudio. El esfuerzo de todo un año se verá recompensado con la consecución de unas buenas notas y a quien no haya trabajado lo suficiente le quedará alguna asignatura pendiente de recuperar.

La descripción hecha nos lleva a pensar en la Fiesta de Fin de Curso que realizan muchos centros educativos donde con júbilo se despide a nueve meses de trabajo en compañía de profesores, padres, alumnos y amigos.

Estamos hablando de fiesta y, como no, en todas las fiestas está presente el alcohol y ésta sí que es una asignatura pendiente en los colegios.

La Ley 4/97, concretamente, el artículo 26, en su apartado b), lo dice claro: “queda prohibida la venta y el consumo de bebidas alcohólicas en los centros docentes…”.

Y yo me pregunto ¿por qué no se cumple?.

Tan enraizado está el alcohol en nuestra cultura que convive directamente con los menores. La Fiesta de Fin de Curso debe ser para los niños y para las niñas y si siempre hablamos de lo importante que es la prevención del consumo abusivo de alcohol que mejor prevención que los adultos den ejemplo y no hagan uso del alcohol en los eventos infantiles. Sé que hay padres y madres que se oponen a que en las fiestas de los escolares haya alcohol y son catalogados de raros y aguafiestas. Estos padres, suelen ser los que saben que el alcohol es una droga dura y, probablemente, los más concienciados de que el alcohol no debe estar cerca de los menores porque conocen los horrores que pueden llegar a producir.

Hace unos días el Plan Nacional de Drogas anunció la imposición de multas a los padres cuyos hijos menores de edad sufran muchos comas etílicos. Sinceramente, creo que no debería esperarse a que sean muchos, sino que debe hacerse todo lo posible para evitar la aparición del primer coma etílico, porque un padre o una madre que consiente y acepta que su hijo o su hija beba de forma abusiva debe saber que está actuando de forma negligente y que no está protegiendo a sus hijos. Y más negligente es aún quien permite que esto suceda con cierta frecuencia.

No considero que lo más acertado sea poner una sanción porque así no se soluciona el problema, la multa la pagarán los padres y los hijos seguirán bebiendo y puede que los padres y las madres no perciban la gravedad que supone el que sus hijos beban en exceso. Lo acertado sería educar e informar tanto a los padres como a los hijos de los graves riesgos que conlleva para la salud el consumo abusivo de alcohol y que puede originar la aparición de la enfermedad alcohólica.

Sí veo acertado que si los padres no se preocupan de esta cuestión sean las Administraciones Públicas las que protejan a los menores porque es una de sus funciones y hay profesionales que a diario trabajan en ello para que los niños crezcan con el mayor bienestar posible.

Y ahora reflexiono en voz alta: a los menores hay que protegerlos desde antes de llegar al coma etílico y desde la educación con lo cual creo que sobra la barra de un bar donde se vende alcohol en su colegio. Cuando sea mayor, si lo han informado y educado bien, sabrá qué decidir, pero que decida él o ella y no actúe por la imposición social que ejercen los mayores con su inadecuado hábito de beber en todos los eventos……

Luis Miguel Márquez Cayuela
Presidente ALAC

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